top of page
Buscar
  • Eliana Wilches

¿Quién soy?


Desde el momento de nuestra concepción empezamos a descubrir el mundo que nos rodea gracias a que nuestros sentidos nos acercan a diversas experiencias. Es por eso que desde la semana 16 de gestación ya percibimos los sonidos la luz. Cada una de estas experiencias va marcando nuestra vida. En todo momento estamos aprendiendo del mundo exterior y conociendo todo lo que se puede conocer; descubrimos como es el mundo y quienes lo habitaron; se nos enseña a definir las especies, los objetos, los elementos, los sistemas, los números, las ciencias, las artes. Nuestro conocimiento se amplía tanto y tan lejos en el tiempo y el espacio, que olvidamos llegar conocer a profundidad lo más importante: a nosotros mismos.

El conocimiento de nuestro ser interior permanece, sin darnos cuenta, como un concepto abstracto del que no somos conscientes prácticamente durante toda nuestra infancia y adolescencia, hasta el momento en el que finalmente viene a reclamar atención a como dé lugar, muchas veces, ya demasiado tarde… cuando hemos dado tumbos por la vida, tratando a tientas de encontrar un rumbo porque no se nos enseñó desde pequeños a definirnos como seres humanos, a definir nuestra personalidad, a trabajar sobre nuestras fortalezas y a reconocer y compensar nuestras debilidades para enfocarnos hacia el éxito, no sólo profesional sino integral.

Es claro que no lograremos conocernos simplemente leyendo unos cuantos artículos o responder unos cuantos test uno meses antes de graduarnos. Se requiere priorizar el conocimiento propio por encima del conocimiento general. De nada le servirá a una persona acceder a todo el conocimiento si no sabe qué hacer con lo que sabe. Por ahí dicen que “al que no sabe para dónde va, cualquier bus le sirve”. Bueno, justamente pasé por allí cuando llegó el momento para mí de escoger una carrera; fui muy buena académicamente en el colegio, pero como no me conocía, no supe qué podía hacer con todo ese conocimiento ni hacia dónde dirigirme. Luego de mucho tiempo, entendí con dificultad que me apasiona educar y liderar, pero hubiese querido entenderlo mucho antes y mucho más fácil

Cuando fui docente de tercer grado por dos años consecutivos, solicité a mis estudiantes que realizaran un dibujo y una corta composición sobre lo que querían ser cuando crecieran y, para mi sorpresa, en ambas oportunidades, me encontré con el mismo hallazgo: la mejor estudiante, la chica 10 del curso, súper pila en todo, se encontró frente a la evaluación más difícil de su vida, ¿quién soy?¿quién quiero ser? Tienes que enfocarte desde la edad más temprana a responder a esta pregunta. No es un asunto de seis meses antes de graduarte porque el salto a la vida universitaria es como un tren que pasa a toda velocidad y si te montas en el equivocado o con inseguridad este te atropella. Y, ¿qué decir del salto de la universidad a la vida laboral? La universidad es un mar de conocimientos con un milímetro de profundidad, es necesario enfocarse en el perfil profesional desde el inicio y entender todas las diferentes formas de aplicar una determinada carrera para ir aclarando el panorama y lograr profundizar en aquello que realmente nos apasiona. .


7 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page