Hace unos días, alguien muy cercano me dijo: "quisiera que mis hijos crecieran rápido para tener más tiempo disponible", a lo cual respondí: "no, aprende a disfrutar cada etapa de sus vidas, vive un día a la vez". Luego de esto, me quedé pensando en cuantos padres se han estado perdiendo las etapas más hermosas de sus hijos por los afanes de la vida. Es cierto que nuestros hijos demandan atención, cuidados, tiempo y hoy en día muchos dicen: "el tiempo es oro", así que pensamos que lo estamos "despericiando" al dedicarles un poco de nuestro valioso tiempo a esas personitas maravillosas que están bajo nuestro cuidado. Personalmente, algunas veces lucho también con este tipo de pensamientos.
Hoy justamente me encuentro sin mis dos hijos menores pues fueron a pasar esta semana con su abuela y le dije a mi esposo esta mañana: "oh, ahora si voy a poder hacer mas cosas". Sin embargo, tan pronto dije esto, pensé en ellos, y ya los extraño. He aprendido a disfrutarlos y a valorar su compañía ruidosa y desordenada que, como mi esposo dice, en unos años extrañaremos ver juguetes por la casa y escuchar sus juegos y risas. Esto es muy cierto, el tiempo definitivamente es oro! Es lo más preciado que podemos darles a nuestros pequeños. Más que la misma educación, más que los bienes materiales, mas que cualquier cosa en la vida. Nuestra presencia en los momentos más significativos de sus vidas: su primeros logros, sus primeros fracasos, su caidas y sus triunfos. Son momentos que quedarán guardados en su memoria y con los cuales definirán su identidad y construiran fuertes relaciones con nosotros sus padres.
Cuando pase el tiempo, y ellos naturalmente extiendan sus alas y alcen el vuelo, asegúrate de no sentir remordimiento por no haber aprovechado esos sencillos momentos con tus pequeños, porque no serán pequeños toda la vida. Es ahora cuando debes poder todo tu esfuerzo en convertirte para cada uno de tus hijos, en su héroe, su amigo, su guía, su mentor, su entrenador personal, su mayor fan, su aliado, su socio, su confidente, su maestro, quién ponga los límites y delimite el camino para darle seguridad para que más adelante pueda tomar decisiones sin temor al fracaso. Entrégate por completo a la tarea de formar hombres y mujeres íntegros, con valores y principios claros, con un propósito definido, no impuesto, que impacten la sociedad y de los que te puedas sentir orgulloso.
He llegado a la conclusión de que, más que cualquier triunfo que puedas alcanzar como persona o como profesional, nada te llenará tanto en tus años futuros, como el orgullo de ver a tus hijos y decir: Lo logramos! hicimos bien la tarea que se nos fué encomendada! Y esa tarea comienza desde el primer día de sus vidas; cada día, cada segundo, cada instante se convierte en el más importante para darles lo mejor que tenemos: nuestro oro: nuestro tiempo.
Les comparto este video que me impactó por su sencilléz pero que tiene implícita una gran verdad. Se titula flores y al verlo sabrán porqué se llama así. Aclaro que no es mi esposo, aunque se parece y casualmente su esposa e hijos son Eliana y Benjamín, el (nombre de mi tercer hijo). Es Victor Hugo Manzanilla, experto en liderazgo y a quien recomiendo por sus valiosas enseñanzas. Espero lo disfruten y se tomen el tiempo de aplicarlo UN DÏA A LA VEZ!